jueves, 10 de diciembre de 2015

Nuestro blog de la biblioteca


Este curso nos hemos animado a crear un blog de biblioteca. Intentaremos ir actualizando con nuestras actividades de animación lectora, experiencias, recomendaciones, novedades y cualquier aportación que profes y/o alumnos quieran hacer.

Y no hay mejor  que comienzo David Fueyo, poeta, escritor y profesor del colegio en el curso 14-15, nos dedique unas palabras a un proyecto que él inició con su trabajo como coordinador de biblioteca.



Un oasis de papel dentro de nuestro colegio.


Yo no tuve la suerte que vosotros tenéis. Yo fui a un colegio triste y enorme, muy frío, en el que siempre tenía los pies helados. En vuestro cole os sorprendéis cuando digo que éramos más de mil alumnos, todos chicos, pero creedme, de haberos conocido os hubiera envidiado por ser una familia bien avenida. También por vuestra biblioteca, pero de ella hablaré un poco más adelante.

Allí, en aquel colegio inmenso comencé a leer. Al principio la m con la a, luego la m antes de p y b y más tarde llegaron los libros. Mis favoritos eran del Barco de Vapor, al principio los blancos, luego los azules, los naranja… a día de hoy me quedo con los azules, ideales para comenzar a viajar a otros lugares entre las letras. En clase intercambiábamos libros al estilo de las novelas del oeste o de Corín Tellado, dejas un libro y te llevas otro. Recuerdo haberme peleado por “Cipi”, de la editorial Alfaguara. Cada vez que un libro caía en mis manos volaba. Sigo haciéndolo. Lo de volar con los libros, lo de pelearme ya no, jejeje.

Como os decía, en aquel colegio frío e impersonal ir a la biblioteca era algo que se hacía de vez en cuando. Tan de vez en cuando que a mi siempre me sabía a poco. Aquella era una antigua sala que servía más bien para estudiar que para leer y que apenas tenía fondo bibliográfico. Ningún dibujo dentro, tan solo unas paredes de ladrillos y estantes marrones y grises. Recuerdo el sol de la tarde atravesando las viejas cortinas. También “El superzorro”, de Roal Dahl, leído íntegramente por primera vez entre aquellas paredes. Casualidad o causalidad, ahora soy maestro y sobre esta mesa donde está mi ordenador hay otro ejemplar de la misma obra. Creo que como bibliotecario quiero dar a los demás lo que yo tuve que buscar por mi cuenta. Siempre recuerdo “El Principito” de la editorial Salamandra y la impresión mágica que me proporcionó su primera lectura. Casualmente es el último libro que he comprado, esta vez para regalar a una persona a la que quiero manifestarle así, de una manera delicada, que le agradezco algo y que le admiro. La habitación de Gala, mi hija de dos meses, está decorada con el pequeño príncipe y su flor. Ella crecerá viendo ese pequeño planeta de la historia de Saint-Exupéry. Lecturas que marcan una vida.



Y digo que yo no he tenido la suerte que vosotros tenéis porque se que en el Teodoro Cuesta contáis con una directora que devora libros y que cuida porque su alumnado también lea. Tenéis una colección de libros que yo, ahora, en el colegio donde este año me han destinado, envidio y deseo. Aquí me faltan libros, pero no las ganas de hacer que las paredes de esta biblioteca, como ha pasado con la vuestra, sean un lienzo en blanco, un billete para viajar a donde nosotros queramos, una golosina para nuestra imaginación, un laboratorio para conocer y desarrollar una serie de hábitos y normas necesarias para vuestra futura condición de ciudadanos responsables. Tenemos tizas de colores y libros, muchos libros. Poco a poco vamos sintiéndonos cómodos en nuestro pequeño oasis de papel.

Y es que guardo un cachito de vuestro colegio en mi corazón, y de esa biblioteca también de la que ahora, aprovechando que nadie más que tú, sí, tú,  me puede leer, puedo contarte varios secretos si me prometes que no se los contarás a nadie, ¡si lo haces podrían quitarte los tesoros de los que te voy a hablar!


Puedo decirte que al fondo hacia la izquierda, arriba, si es que nadie lo ha cambiado de sitio, hay un viejo ejemplar de “El principito” idéntico a aquel con el que yo aprendí a volar. Si no me crees acércate a él, pero eso sí, pide que lo bajen de la estantería, ya que está muy alta y ya sabes, ¡no te puedes subir a las sillas, que te puedes caer!.

A la entrada, a la izquierda, entre los libros de infantil, hay uno que tiene un nombre muy “guarrete”, y hasta ahí puedo decir…

En la estantería de 3º y 4º hay un montón de fábulas. Te recomiendo que las leas todas. De cada una de ellas aprenderás el doble, una por leer (vas a aprender ortografía, gramática, palabras nuevas) y otra por que al final nos van a dar una enseñanza o moraleja. También, en la misma colección, vas a encontrar un montón de cuentos clásicos, los de toda la vida. No se lo digáis a vuestra directora, pero muchas veces cuando colocaba la biblioteca aprovechaba y me leía uno de ellos, jijijiji…

En una estantería, entre los libros ilustrados, está “Nadarín”, una preciosidad de libro. Este verano me fui a una boda y en el salón había un montón de peces dibujados, Seguí las paredes y pude reconocer la historia del pez pequeño que se junta a sus amigos para enfrentarse al pez grande. Nadie de mis amigos de la boda sabía la historia. Si leéis ese libro a vosotros no os pasará y podréis contar ese bello cuento a vuestros amigos y amigas.

El año pasado, antes de tener que irme, encargué un libro que se llama “El lagarto soñador”. Hoy mismo he llamado a la editorial, y a un montón de librerías para intentar conseguirlo para mis alumnos de 2º de Primaria, pero me han dicho que ya no volverá a venderse más. Sois afortunados,  tenéis uno de los ejemplares más nuevos que existen, puede que el último que se ha publicado, el último del último antes de que la fábrica cerrara, y luego si lo lees… uff, ¡que suerte tenéis!, yo me he quedado sin mi ejemplar… 

En el mueble grande del fondo, a la derecha hay libros antiguos y raros, muy raros, tanto que el año pasado hicimos una exposición de ellos, y aunque las familias colaboraron mucho, en las estanterías de vuestra biblioteca descubrí unos libros la mar de extraños…

En fin, podría contaros muchas más cosas acerca de los muchísimos tesoros que tenéis en vuestra biblioteca, pero creo que lo mejor es que los descubráis vosotros y vosotras por vuestra cuenta. Se me olvidaba deciros que en aquel colegio frío y enorme nos prohibían muchas cosas, pero nunca leer. Consiguieron que la biblioteca fuera un espacio de libertad al que se iba a aprender y disfrutar. Aprovechad vuestra biblioteca, buscad, siempre buscad el gran tesoro que se esconde en ella, en cada una de las estanterías de cada una de nuestras bibliotecas, nuestros pequeños oasis de papel.




David Fueyo

3 comentarios:

  1. David eres muy buen profe soy andrea quiero que vuelvas

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  2. Hola Andrea, todos somos buenos en ese cole, espero poder volver antes de que os vayais al instituto, a ver si hay suerte, por ahora aprovechad la buena biblioteca que teneis y yo se que nos veremos printi.

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  3. Hola David,soy la madre de Darío y de Mario, aunque no diste clase a mis hijos, se acuerdan mucho de ti.
    Quiero decirte, que de esa biblioteca se encargaron hace muchos años, unos profesores muy buenos, como tú, interesados, concienciados e implicados en la educación de nuestros hijos, y durante mucho tiempo se consiguió un colegio estupendo donde la convivencia era genial. Las madres del Ampa pasaron muchas horas en esa biblioteca ayudando a organizarlo todo,y también se usó para tertulias estupendas, mientras se pañaban las castañas del Amagüestu, o se preparaba carnaval, todos, padres y profesores en amor y compaña. Después hubo un cambio que enturvió todo, pero por fortuna, éste año tenemos la suerte de contar con la nueva directora y secretaria,q trabajan mucho para que todo mejore y volvamos a ser esa gran familia. Personalmente, creo que son un equipo favuloso y haremos lo posible para trabajar juntos y levantar nuestro cole, del que tenemos que sentirnos privilegiados y orgullos.
    Como dice Andrea, ójala vuelvas a estar con nosotros y para quedarte. Tengo que decir también, que la mayor parte de profesionales de nuestro cole han sido y son excepcionales.
    Muchas gracias por aportar tanto, con gente como tú el futuro promete mucho más.

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